La espera

Como ya les había comentado en mi blog anterior mi pololo se fue a la estranjia. Sí, desastrito encontró al amor de su vida y éste con petacas y maletas se mandó a cambiar. Esto era una crónica de una muerte anunciada, porque desde que yo lo conocí lo sabía. Él acortó su viaje de un año a 8 meses... no es tanto, pero créanme que los días desde que tomó ese maldito avión se me hacen eternos y puedo escuchar el secundero del reloj. Además de eso, tengo un valaje de los mejores momentos de mi vida con este personaje. Yes, I`m in love. En la semana soy un trapo empapada de extrañarlo. Y bueno, mantengo una relación netamente virtual. Sin cibersexo, por lo demás...se imaginaran mi estado. Sólo ha pasado un mes y medio y bueno como en todo hay días buenos y días malos. Todavía no me es posible soñar con el regreso, porque al mirar hacia adelante sólo veo un calendario que bloquea y cuando miro mi billetera todo es más lejano aún. Espero de todo corazón ganarme el kino, el loto, que alguien me regale millas para poder verlo antes, pero ni siquiera tengo una luca extra pa jugar kino jajajaja, lo que rebaja enormemente mis posibilidades de ganar algo. Por ahora sólo me queda esperarlo en ésta húmeda ciudad hasta que me llene de moho...