Sudoku

Probablemente esta imágen para usted es conocida, lo más obvio es que la haya visto en el diario los domingos o que alguien de su familia practique este nuevo pasatiempo. Se lo presento, para los que no lo conocen, esto es el Sudoku ,un rompecabezas matemático.

Para mí, que soy actriz y estudiante de una carrera humanista. Que cuando, voy a comprar a la esquina el dueño del negocio me sigue una cuadra porque el vuelto se me quedó, esto es chino. Y para el común de la gente también.

En una de esas intensas conversaciones con mis amigas descubrimos que hay una especie de hombre que se asimila al sudoku. Esto quiere decir, que no entedemos en absoluto y que somos incapaces de decifrar las señales que nos envían. Entonces, ahora, esta palabra la utilizamos para referirnos a estos seres. No sé si ahora hay más sudokus que antes, o simplemente hemos tenido la mala suerte de encontrarnos con algunos este ultimo tiempo. Para que puedan comprender, el sudoku posee ciertas características: Generalmente, es un hombre con arrastre, que comienza conquistándote de manera rápida; se maneja perfecto y sabe como gustarte. Una característica invariable es que te proclama "el amor de su vida en semanas", dice querer pasar parte de su vida contigo y prometen mil cosas, sin ninguna necesidad de hacerlo, (puesto que nosotras, si él nos gusta estamos dispuestas a entregarnos al 100%, con o sin promesas) son encantadores.... Pero, existe en ellos una variabilidad gigante en su comportamiento, un día son capaces de llamarte mil veces, llenarte de mensajes, decirte mil cosas lindas y al día siguiente brilla por su ausencia y por su comportamiento inmutable frente a ti . Dice que llegará a un lugar, tú lo esperas y no llega, y se justifica con que estaba muy cansado y tenía sueño y el porqué no llamó con un simple "no tenía plata en el celular", un día te pide pololeo y luego desaparece dos días, dice que no le puedes importar más en el mundo, sin embargo, su comportamiento dice exactamente lo contrario. Y la verdad es que nosotras no somos mujeres extremadamente exigentes, pero de verdad que para nosotras, no hay nada más matapasiones que la indiferencia, te hieren el ego, son egoístas, incapaces de llamarte en los momentos complejos de tu vida, extremadamente anunciados por tí. En esos justamente, desaparecen y vuelven cuando el fin de semana se aproxima. Estos queridas, son los más peligrosos, los más complicados, porque nunca sabes que esperar de ellos. Entonces, les sugiero, por su bien, cuando vean uno cerca merodiando, opten por arrancar, porque de verdad, en estos casos, soldado que arranca sirve para otra guerra...